martes, 28 de febrero de 2012

USO DE FERTILIZANTES QUIMICOS EN LA AGRICULTURA

Los fertilizantes se utilizan para aportarle los nutrientes que le hacen falta a los suelos, que luego de su utilización en varios procesos de cosechas, sin un descanso para su recuperación, no logran recuperarse óptimamente para seguir en el proceso de cultivo de las plantas y provoca un bajo rendimiento en las cosechas. Es así que existen diferentes tipos de fertilizantes utilizados para este fin.

Los fertilizantes químicos son los más utilizados en el mercado actualmente, y hay una variedad de ellos, aplicables a diferentes necesidades. Están los fertilizantes convencionales, que son los más comúnmente utilizados en jardines y en la agricultura.

A su vez, estos agroquímicos son los elegidos generalmente por su facilidad de absorción. Por el contrario, esta los fertilizantes de lenta absorción, que son los que se disuelven lentamente y tardan mas en llegar a las raíces los nutrientes necesarios para el desarrollo y crecimiento de las plantas. También están aquellos fertilizantes químicos, combinados con materia orgánica, que se utilizan en todo tipo de cultivos. Otro tipo, son los que se rocían en las plantas, estos aerosoles son abonos foliares, y se utilizan para complementar los fertilizantes químicos, que se emplean para un abono mucho más profundo de la tierra.

Y por último, podemos identificar aquellos que se encargan de suministrar las carencias específicas del suelo, de uno o de varios de los nutrientes que se necesitan para el óptimo desarrollo de las plantas. Además de estos tipos de agroquímicos, hay otros creados para cada tipo de planta específicamente y las carencias más comunes de las distintas plantaciones. El nivel de fertilizante que se debe utilizar en cada plantación se debe tener muy en cuenta, y con esto, el tipo de minerales que le hacen falta a los suelos para poder aportárselos a la plantas. A pesar de los beneficios del uso de agro químicos, trae aparejado un problema. Estos fertilizantes químicos, utilizados en exceso, producen graves contaminaciones a las plantaciones, y a los pozos de agua que se encuentran cercanos a las proximidades de los bosques tiempo el potencial de producir daños al ambiente. No existe otro camino, o los agricultores con La agricultura debe satisfacer las demandas alimentarias de la población minimizando al mismo aciertan con el ecosistema y lo respetan manteniéndolo y mejorándolo, o lo degradan ateniéndose a las consecuencias. Un grave problema constituye el control de plagas y enfermedades con el uso indiscriminado de pesticidas, particularmente en los países en desarrollo. El control integrado de plagas es una alternativa que busca la eliminación específica de la plaga sin dañar a los demás inquilinos del ecosistema. Sin embargo, la propuesta agroecológica no consiste en destruir plagas, sino en impedir que éstas se presenten.


Dentro de este contexto, es pertinente destacar la teoría de la Trofobiose que indica que las actividades vitales la planta están relacionadas directamente con la nutrición. En el caso particular de la presencia de plagas, se considera que en el metabolismo de las plantas actúan alrededor de 80 enzimas y cada una de ellas actúa sobre una determinada estructura química. A su vez, cada una de dichas enzimas requiere de un determinado micronutriente como activador. Si todo funciona bien no se presentan problemas. Sin embargo, si se presentan deficiencias de algún micronutriente (hierro, cobre, boro, etc.), una o varias enzimas no actúan. Si esto sucede, el metabolismo se atasca, es decir, se empiezan a acumular determinados compuestos que se convierten en focos de atracción y propagación de una plaga determinada.

 En otras palabras, las plagas son solo consecuencia de desequilibrios nutricionales. El secreto para el control de plagas estaría entonces en mantener dicho equilibrio, es decir en la adecuada fertilización de los cultivos.La agricultura debe satisfacer las demandas alimentarias de la población minimizando al mismo tiempo el potencial de producir daños al ambiente. No existe otro camino, o los agricultores conciertan con el ecosistema y lo respetan manteniéndolo y mejorándolo, o lo degradan ateniéndose a las consecuencias. Un grave problema constituye el control de plagas y enfermedades con el uso indiscriminado de pesticidas, particularmente en los países en desarrollo. El control integrado de plagas es una alternativa que busca la eliminación específica de la plaga sin dañar a los demás inquilinos del ecosistema. Sin embargo, la propuesta agroecológica no consiste en destruir plagas, sino en impedir que éstas se presenten.

Dentro de este contexto, es pertinente destacar la teoría de la Trofobiose que indica que las actividades vitales la planta están relacionadas directamente con la nutrición. En el caso particular de la presencia de plagas, se considera que en el metabolismo de las plantas actúan alrededor de 80 enzimas y cada una de ellas actúa sobre una determinada estructura química. A su vez, cada una de dichas enzimas requiere de un determinado micronutriente como activador. Si todo funciona bien no se presentan problemas. Sin embargo, si se presentan deficiencias de algún micronutriente (hierro, cobre, boro, etc.), una o varias enzimas no actúan. Si esto sucede, el metabolismo se atasca, es decir, se empiezan a acumular determinados compuestos que se convierten en focos de atracción y propagación de una plaga determinada. En otras palabras, las plagas son solo consecuencia de desequilibrios nutricionales. El secreto para el control de plagas estaría entonces en mantener dicho equilibrio, es decir en la adecuada fertilización de los cultivos.